Por Jasna Recabal De la Fuente TribuTerapéuTica®
Era el año 2010 y en Concepción-Chile vivíamos meses complejos por el reciente terremoto que nos había afectado. Era Junio de ese año aproximadamente y mi primera hija tenía 3 meses de nacida, ella sólo se alimentaba de mi leche materna y hasta ese día no me había separado de ella ni un minuto. No había reparado en lo anterior hasta que un día, mientras visitaba a mis padres junto a mi hija, algo faltó a la hora de once (u hora del té) y me ofrecí para salir a comprar. Dejé a mi hija con mi mamá y fui hasta una panadería cercana que queda a no más de 5 minutos en auto. Cuando regresaba a del negocio a casa de mis padres, un auto que iba adelante frenó bruscamente y por supuesto me asusté mucho.
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